El 27 de mayo de 2017 es una de las fechas que más recordarán los panameños, ya que ese día murió el exgeneral Manuel Antonio Noriega (MAN), por las complicaciones que tuvo la operación que le realizaron en la cabeza para extirparle un tumor benigno.
Noriega fue operado el 7 de marzo de 2017 y aunque la operación fue exitosa, presentó una hemorragia, por ello fue sometido a una segunda intervención y luego se le indujo a un coma, del cual nunca regresó.
#EnLasRedes La foto del último cumpleaños de Noriega revolucionó redes, pero ya vieron el dulce de la invasión, paracaídas y todo pic.twitter.com/w7iYeC5DsY
Diario DiaaDia (@DiaaDiaPa) 31 de mayo de 2017
Dictadura militar
Manuel Antonio Noriega nació en 1934 y controló el país con mano de hierro de 1983 a 1989, luego de tomar el control absoluto de la Guardia Nacional, a la que le cambió el nombre por el de Fuerzas de Defensa de Panamá.
Su dictadura de terror llegó a su fin el 20 de diciembre de 1989, cuando los Estados Unidos invadió el país con la operación militar denominada Causa Justa. El MAN, al verse acorralado, se refugió en la Nunciatura Apostólica de Panamá, donde permaneció por días, hasta que se entregó a los militares estadounidenses quienes lo trasladaron a Florida, Estados Unidos.
En los Estados Unidos fue condenado a pagar 20 años de prisión por los delitos de narcotráfico, crimen organizado, lavado de dinero, entre otros. Cumplida su condena en los Estados Unidos fue extraditado a Francia, donde era requerido por blanquear dinero del narcotráfico. Fue el 27 abril de 2010 cuando llegó a Francia y en julio de ese mismo año lo condenaron a pagar siete años de prisión.
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En este país estuvo muy poco, pues en 2011 fue extraditado a Panamá, donde le esperaban más de 60 años de cárcel por el asesinato del médico Hugo Spadafora, del mayor Moisés Giroldi, uno de los oficiales caidos en la famosa masacre de Albrook, entre otros crimenes.
Con la muerte del exgeneral Noriega se cierra uno de los capitulos más negros de la historia panameña, y aunque en 2015 pidió perdón, se llevó muchos secretos a la tumba, ya que nunca reveló dónde estaban los cuerpos de los desaparecidos y nunca asumió los crímenes que se le achaban.